Tras el gran éxito de la primera parte, Elder nos trae la segunda parte de su paseo por botánicos, en el que tendremos que poner nombre a otros 100 jardines.
«Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
Y he aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el jardín botánico.
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua».