Espejito, espejito, ¿quien es…? ¡Y Blancaestela se inspiró!
Y armó un juego con muchas beldades que ya son muchas de por sí, y encima por duplicado por aquello del reflejo. Que una nunca sabe muy bien si lo que nos devuelve es como nos vemos, o como nos ven. En fin, no da para tanta filosofía, pero sí quizás para un buen ataque de envidia por parte de las chicas y mucho regocijo para los chicos.
Bueno dejando la prosa a un lado ¿qué tal si jugamos con las estrellas que reunió Blancaestela?