Cortomaltés nos presenta la tercera parte de sus juegos de A vista de pájaro, pero en este no sólo hay ciudades, sino monumentos, barrios, palacios, etc.
Nuestro capitán pirata mandó a su loro, ese que tienen todos los piratas, con una cámara de fotos, a recorrer el mundo. Pero el loro, que había conocido a unas periquitas del vecindario, vendió la cámara para invitarlas a Alpiste’s, el local de moda entre los pajarracos del sur de la ciudad. Por eso se metió en Google Earth y sacó estas imágenes, que pasó al capitán para que montara el juego. Cuando Cortomaltés se enteró, a punto estuvo de cocinarlo con arroz, pero el maldito ave se salvó porque sabía volar. El capitán, sin pensárselo mucho, contrató a un cuervo de mal agüero (porque el bueno es futbolista) para que… Y me parece que ya se me ha vuelto a olvidar tomar la medicación. Así que vamos a jugar y dejar el cuento para otro día.